Los vecinos de La Ribera de Quilmes desde 2008 hasta la fecha han reclamado en innumerables oportunidades diferentes problemáticas relacionadas a la falta de saneamiento integral del barrio sin obtener hasta el momento respuesta alguna. Debidamente denunciaron el vuelco de residuos en volquetes de diversas empresas, incluso vecinos hablan de sustancias peligrosas como deshechos hospitalarios que hacen las veces de relleno (tóxico) de las 10 hectáreas del vecindario, que antes era un bañado en su máxima expresión. La cuestión es que los lugareños, algunos por necesidad, siguen tomando terrenos, terrenos que no les pertenecen, hasta se venden y se permutan en una zona donde se construye sobre un basural a cielo abierto. Todo esto, sumado a la contaminación de las napas, la nula limpieza de zanjas y pastizales (que trae aparejado contaminación y múltiples enfermedades). Por lo pronto, los conductos se tapan, los desagües también, el agua no tiene dónde encausarse y eso de traduce en inundación. Y con el cambio climático, que ya no es sólo una noticia de moda, las precipitaciones son más pronunciadas, a punto tal, que se han transformado en catástrofes naturales. Los vecinos ya no quieren depender de un rezo y mucho más, en estas épocas que se avecinan. Llama poderosamente la atención que el Sr. Intendente no se ocupe siendo del barrio, por lo tanto, sino no se ocupa la máxima autoridad del Municipio de Quilmes, que lo hagan las autoridades competentes; realicen un saneamiento integral de la zona y una evaluación de impacto del medio ambiente con suma urgencia. De lo contrario, es un hecho un reclamo masivo en Alberdi al 500.
La Ribera no sólo es Otamendi, Ceballos y España. La Ribera no sólo tiene vida en tiempos electorales. (Nota: Sergio González)
