10 de agosto de 2017

Uniendo Voces: Marambio en el éter: La estación de radioaficionados LU4ZS de la Base Marambio fue activada por segunda vez en el año

Durante la segunda quincena del pasado mes de julio la estación de radioaficionados LU4ZS Base Marambio de onda corta estuvo activa por diez días.
La operación de la estación antártica LU4ZS está a cargo de personal de la Dirección de Asuntos Antárticos de la Fuerza Aérea (FAA) que a través del área de prensa de ese organismo procura darle continuidad de activación radial.  Desde 2016, el director de ese organismo, comodoro Enrique Oscar Videla, ha avalado la iniciativa no sólo con el fin de preservar un servicio de comunicación alternativo, sino también como medio para colaborar con el fomento de la soberanía en la región. 
En esta oportunidad también se utilizaron los modos de fonía (voz) y digitales (PSK-31), y se lograron contactos con estaciones argentinas, de Brasil, Uruguay, Chile, Europa continental e insular, entre otros.
 Un aporte distintivo fue el del ingeniero Alejandro Álvarez, radioaficionado de la ciudad de Neuquén, licencia LU8YD, quien colaboró realizando estudios de condiciones de propagación de ondas  y posibilidades de enlaces radiales, de gran utilidad para las comunicaciones.
Las activaciones radiales de este tipo contribuyen a recordar efemérides patrias, institucionales u otras, además de proponer canales de comunicación menos difundidos y, en el caso de las activaciones desde la Antártida, canalizan una vía para el fomento de la soberanía desde el espectro radioeléctrico. Es  “aquí está la Argentina presente, también desde la radio”.
 La radioafición mantiene el espíritu originario de la experimentación y el goce por lograr comunicaciones difíciles, y desde la Antártida, se comparten vivencias, estado del clima, fenómenos y otras noticias que suelen atrapar la curiosidad de quienes se comunican.

Un cielo difícil
La comunicación de esta índole utiliza la propagación ionosférica, por la cual la señal se “refleja” en capas específicas de la atmósfera, permitiendo contactos a larga distancia, los denominados DX en la jerga. Esta propagación se ve afectada por la hora del día, la época del año, la ubicación de la estación y la actividad solar entre otros factores. Este “rendimiento” tiene relación importante con el ciclo de manchas solares, que actualmente está en un mínimo. 
Así, es necesario mejorar las condiciones de trabajo, el equipamiento, principalmente antenas de buen rendimiento y transmisores de mayor potencia, todo lo cual a veces tampoco ayuda demasiado. En la Antártida, además, una región de latitudes altas y con mayor cercanía a un polo magnético, con actividad de auroras australes en algunos sitios, las dificultades se multiplican. 
Los operadores de las estaciones deben buscar diariamente las bandas de frecuencias más favorables para comunicar, dado que ocurren diferencias significativas de rendimiento de un día al otro. Perseverancia, conocimiento técnico básico de radio y de propagación, experimentación, un trabajo lúdico con la radio y vocación de comunicación deben estar presentes en toda estación de radioaficionados.

Radioafición 2.0
La activación de una estación de radioaficionados consiste en efectuar comunicaciones bidireccionales entre estaciones reconocidas (con licencia de operación vigentes) a través de las cuales se intercambian mensajes operativos, técnicos y generales. Los primeros son intercambios de licencias y condiciones de recepción codificadas; los técnicos aluden a los sistemas y dispositivos utilizados para la comunicación y los mensajes generales constituyen la parte más extensa y rica de los comunicados, en tanto se intercambian historias, anécdotas, características del lugar y un largo etcétera.
Cada una de las activaciones se realiza en onda corta, en frecuencias que comprenden de los 3 a 30 MHz, capaces de lograr comunicaciones a largas distancias. 
Esta actividad posee un aspecto social demostrado en cada catástrofe en las que los radioaficionados prestaron incondicionalmente un servicio de comunicación. En la Guerra de Malvinas varios radioaficionados fueron a las islas y otras decenas de ellos dieron apoyo radioeléctrico. Asimismo, los radioaficionados colaboraron con los despliegues que se efectuaron en la Antártida y como nexo de comunicación entre el personal destacado en el sexto continente y sus familias. 
La radioafición contribuye al conocimiento y estudio de distintos aspectos de la radio, siendo una modalidad poco difundida en Argentina, que aún permite tender esos puentes invisibles en el éter y escucharse a distancias de decenas de miles de kilómetros. En otros países, sin embargo, la actividad tiene mayor difusión y reconocimiento.
Las FF.AA. y de seguridad poseen servicios de comunicación de radioaficionados, como el SARA (Armada), SARE (Ejército); en tanto la FAA se encuentra trabajando en la reactivación del respectivo servicio, el SAR.

Junto a un proyecto
El proyecto “Uniendo Voces” de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) viene participando desde 2014 de estas iniciativas, siendo el único proyecto del país que incluyó como área de trabajo a la radioafición y que tiene un trabajo de campo con la radio desde la provincia de Formosa hasta la Antártida, es decir, de una punta a la otra del país.
“Uniendo Voces” prevé efectuar enlaces de radio con instituciones educativas para demostrar la actualidad y posibilidades de esta forma de comunicación, y motivar a los jóvenes con contactos desde la Antártida.