28 de diciembre de 2017

Vecinos furiosos con el boicot de recolectores de residuos al distrito: denuncian que el arroyo se llenó de basura porque, como los recolectores no pasan, la gente de barrios aledaños le paga a los carreros para que arrojen las bolsas al agua

El problema lleva varias semanas y el distrito comienza a sentir las consecuencias. El conflicto entre la Comuna y un grupo de recolectores que responden a un dirigente barrial de La Paz se hace tangible en las calles, donde la gente sufre las peores consecuencias. 
Por el lado de los recolectores, desde principio de mes comenzaron un boicot de ese parte del personal por el retiro de horas extras, por la no renovación de contratos y por no permitirles pedir dinero a los vecinos con la venta de las clásicas bolsitas y tarjetitas de fin de año (algo que quedó prohibido desde 2014, cuando el intendente Gutiérrez municipalizó el servicio de la basura). 
Estos argumentos para el boicot de los recolectores de La Paz no fueron percibidos con buenos ojos por los vecinos perjudicados, obteniendo una adhesión casi nula por parte de la población. Por este motivo, y con la intención de hallar adhesión vecinal para su reclamo, a sus argumentos le agregaron que, además de las horas extra y las bolsitas navideñas, no trabajaban porque “no le andan los camiones”.
Desde el lado de la Comuna no pueden contener a ese sector del GIRSU: tras la jornada del cuarto intermedio en el HCD por el escrache de los trabajadores de La Paz en la sesión de la Fiscal Tributaria, hubo denuncias cruzadas entre el Municipio y el dirigente peronista de la Paz, "Oli" Argüello.
"Oli" le atribuye a Sergio Chomyszyn una agresión que padeció su ex esposa, Laura González y su hijo, Hugo. 
Dentro del entorno de la secretaría municipal de Servicios Públicos  que administra el servicio de la basura le atribuyen la falta de recolección a mafias y aprietes dentro del GIRSU. Sin ir más lejos, su titular Sergio Chomyszyn (a quien Argüello acusa por las agresiones a su familia) denunció a principio de mes que lo amenazaron de muerte. 
El problema es complejo y a esto se le agrega que el Arroyo San Francisco se ha convertido en el contenedor ideal para carreros que, vía tracción equina, hacen su negocio y suplen el servicio de recolección arrojando la basura a la cuenca del arroyo (es condenable también el proceder de malos vecinos que pagan a carreros para que les saquen la basura de su vereda y se las tiren a otros vecinos que viven en barrios más postergados, proliferando contaminación e inundaciones en las zonas de los arroyos). El boicot no parece tener fin, la basura se acumula y los vecinos piden una solución urgente.