20 de mayo de 2018

Tissera y Margni estuvieron en la UNQ junto al obispo Lugones en el encuentro de acceso justo al hábitat

El sábado 19 de mayo, se llevó a cabo en el auditorio Nicolás Casullo de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) el primer encuentro de acceso justo al hábitat denominado Tierra, Techo, Trabajo. Organizado por el Consejo de Barrios y Asentamientos de Quilmes, participaron legisladores, delegados barriales, referentes de organismos sociales y eclesiales. Con la consigna Vivienda justa para todos se debatió durante todo el día sobre las problemáticas que hay en torno a la vivienda y al cuidado del ambiente, siendo los más pobres lo que sufren mayormente los problemas ambientales y los embates naturales. El último panel de la jornada tuvo como protagonistas al vicerrector de la UNQ, Alfredo Alfonso, a los obispos titular y auxiliar de Quilmes, Carlos José Tissera y Marcelo Margni, respectivamente, y al obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado argentino, Jorge Lugones. Alfonso destacó la presencia de los movimientos y organizaciones y dejó las puertas abiertas de la universidad, demostrando que la casa de altos estudios que dirige es un espacio para toda la comunidad. Y agradeció: “quiero decir públicamente y agradecer al obispo, porque el Obispado de Quilmes ha cedido unas de sus licencias de FM a la UNQ. Estamos muy contentos porque dentro de poco vamos a tener la radio de la UNQ funcionando. Esto gracias al obispo Tissera”. Por su lado, los obispos con sus testimonios definieron que el problema de la gente es el problema de la Iglesia. Al tomar la palabra Tissera, hizo referencia a Agustín Ramírez, el “mártir de los sin techo” y recordó también a Gerardo Farrell, obispo coadjutor de Quilmes, de quien se conmemoraba el 18° aniversario de su fallecimiento. En seguida, continuó: “El obispo Jorge Novak hoy estaría aquí, y seguro que está. Los sectores políticos se ocupan de los pobres, pero lamentablemente pareciera que para hacerlos crecer en número. Existen pocas políticas que se ocupen de las verdaderas necesidades”. Y agregó: “Cuando la sociedad se quiere fundar sobre el dinero, se destruye. Porque la cuestión de las tierras es fundamental. Es triste saber que hay muchos hermanos que no pueden decir ‘tengo una casa’. Eso deshumaniza”. Siguió el discurso del obispo Lugones: “Nosotros luchamos, pero nuestra lucha es pacífica”. Refiriéndose a la encíclica Laudato si del Papa Francisco, explicó: “la pastoral social propone una tierra para todos, rural, aborigen, urbana”. Y agregó: “En el conurbano el problema de habitalidad es serio; en los sectores más desprotegidos las viviendas son sumamente precarias”. “No nos gusta entrar en lo mediático... queremos acompañar la lucha por un desarrollo sustentable de nuestra sociedad. Temas como la contaminación del aire, la contaminación del agua, la basura, agreden al pobre (...) Nosotros buscamos el salario social, no el plan; salario, salario digno”, concluyó. Por su parte, el obispo auxiliar de Quilmes, Marcelo Margni comentó que estuvo presente en la resistencia al desalojo de las familias asentadas en terrenos que pertenecen a la empresa PENTA S.A. en Bernal Oeste. Al respecto, comentó: “el gobierno municipal hizo el desalojo cuando había asegurado que no lo haría. Sentimos que nos mienten; uno confía y se miente, y eso da bronca; te hacen sentir que no vale la pena juntarse y dialogar”. Y describió: “Ese día cuando llegué, a unos 400 metros de los terrenos que la gente había tomado ya se sentía un olor que no se soportaba; era un olor inhumano. Esos son terrenos privados que nadie quiere, ¿quién quiere vivir en un terreno así?”. Este panel integrado por los obispos, son una muestra de apoyo de Tissera y de Margi a los dichos sobre el acuerdo del Gobierno con el FMI que el obispo Lugones recientemente pronunció en Radio María Argentina: “Hay diálogo con el Gobierno nacional, hay conversación y buenos modales, pero no hay hechos realmente visibles que ayuden justamente a los sectores menos protegidos que son los más pobres (...) Si nosotros tuviéramos mayor índice de Producto Bruto Interno (PBI), mayor comercialización, menor inflación se podría ver la posibilidad de pedir préstamos tan importantes, nada más y nada menos que al FMI, que sabemos a lo que aspira; lo ha demostrado ya en nuestra historia argentina, en una triste historia y deuda argentina: la deuda externa. Así que nosotros no vemos que esta sea una salida inteligente”.