La acusación de la máxima autoridad del histórico establecimiento quilmeño se basó en las agresiones verbales que denunciaron tanto los adolescentes como integrantes del cuerpo docente.
Nicolás, presidente del Centro de Estudiantes, sostuvo que “mañana tenemos que recibir a la inspectora y a partir de ahí veremos si seguimos con el repudio”.
Por su parte, la presidente de la asociación cooperadora del Nacional, María Querol Visconti, aseveró que desde que Fernández tomó el cargo "lo único que hizo fue destruir la escuela, destruyó la cooperadora y esto lo viene haciendo en otras escuelas también. Ella sostiene que la asociación debe estar formada por gente de su entorno y por eso no firma los balances a tiempo. A causa de eso nos cerraron la cuenta en el banco, no tenemos el dinero para afrontar medallas, diplomas. La escuela está sucia, abandonada, no hay artículos de limpieza", sostuvo.
En tano, una alumna cuestionó el accionar de los directivos de la escuela durante los episodios de amenaza de bomba y sostuvo que en varias ocasiones no se siguió el protocolo de evacuación.
El repudio contó además con la presencia de padres, quienes acompañaron las denuncias contra la educadora. Cecilia, madre de una alumna de primer año, dio cuenta de que hubo "malos tratos psicológicos con los chicos y los padres. Una mamá de un compañero de mi hija que tiene autismo vino a hablar para que lo tengan en consideracion con el trato y le dijo 'señora, si su hijo es discapacitado búsquese una escuela para discapacitados. La discriminación es tremenda", concluyó
